En el ámbito académico, muchas veces tratamos de entender las asignaturas o conocimientos que se imparten por el profesorado de forma oral o mediante la explicación en diapositivas de múltiples conceptos, lo que hacen que el alumnado pueda perder el enfoque de la clase por varios motivos cómo el aburrimiento, la falta de interés en un apartado o por distracción.
Para evitar esto, debemos de darle mucha importancia a la practicidad de múltiples y diferenciadas tareas en las cuales el alumnado se ponga a prueba y se puedan resolver las dudas en la misma clase. Además, si es un ejercicio teórico practico el cual hace el profesor mientras explica la teoría, debería de ser obligado a copiar y entregar cómo método de seguimiento y esfuerzo en el aula. Muchos profesores piensan que esta es una buena manera de entender el temario y como alumno puedo decir que una teoría explicada con un ejercicio, es mejor entendida.
Aquí están algunas de las ventajas de hacer ejercicios prácticos en clase:
- Mejora la comprensión: Al hacer ejercicios prácticos, los estudiantes pueden ver cómo se aplican los conceptos teóricos a situaciones reales y profundizar su comprensión de ellos.
- Fomenta la retención: Los ejercicios prácticos ayudan a los estudiantes a recordar los conceptos más fácilmente, ya que están utilizándolos activamente en lugar de solo escucharlos o leerlos.
- Desarrolla habilidades prácticas: Al hacer ejercicios prácticos, los estudiantes pueden desarrollar habilidades prácticas que les serán útiles en el futuro, como la solución de problemas, la resolución de conflictos y la toma de decisiones.
- Fomenta la participación: Los ejercicios prácticos pueden animar a los estudiantes a participar más en clase, ya que les brindan la oportunidad de poner en práctica lo que han aprendido y compartir sus conocimientos con sus compañeros.
En resumen, los ejercicios prácticos son una herramienta valiosa para ayudar a los estudiantes a aprender y retener mejor la información, y para desarrollar habilidades prácticas que les serán útiles en el futuro.
Luis Salvador, alumno del MeBA.
