Desde hace aproximadamente seis años ser influencer ha pasado a ser una profesión cada vez más valorada. Y es que, cada vez son más las personas que se dedican de
manera profesional a mostrar su vida o parte de ella a través de las redes sociales tratando de influenciar o repercutir a su comunidad de seguidores.
PERO…¿SON CREIBLES LOS INFLUENCERS?
Pues lo cierto es que diversos estudios, como el del IAB (Interactive Advertising Bureau) declaran cada vez menos creíbles a este tipo de personas. Concretamente tan solo un 33% de personas afirman creer la información proveniente de los influencers.
Pero si nos paramaos a pensar numéricamente ¿Somos conscientes de que el 33% de los usuarios SI CREEN a los influencers? ¿Somos conscientes de que 12 millones de españoles si creen a los influencers?
Actualmente, los influencers son las personas que mayor número de seguidores abarcan, incluso más que cualquier tipo de campaña publicitaria. Por lo que, a pesar de que el porcentaje se haya visto disminuido en los últimos años, consecuencia también de la crisis sanitaria producida por el Covid-19, sigue siendo un porcentaje muy elevado que es digno de valorar.
Además, como ya se ha comentado anteriormente, cada vez son más las personas que se dedican profesionalmente a esto, concretamente en España hay más de 7500
influencers que viven de la creación y publicación de contenidos en redes sociales. Siendo las personas con más éxito en este sector aquellas que se dedican a un sector en concreto, como puede dedicarse a la cocina, moda, deporte… Actualmente, según el informe publicado en 2017 por la WOMMA (Word of Mouth Marketing Association existen tres grandes categorías de influencers:
– Generalista: es aquel influencer que comparte contenido sin un enfoque concreto, desde sus vivencias, sucesos y experiencias personales hasta su rutina
diaria y que, además, suele compartir publicaciones ajenas que le resultan de interés.
– Experto en la materia: este tipo de influencer dirige su contenido hacia un enfoque especifico o tema concreto pudiendo dedicarse profesionalmente al
campo tratado en sus publicaciones o únicamente porque maneja una gran cantidad de información sobre un tema sin tener ningún tipo de relación
profesional con el mismo. Un ejemplo de los primeros seria aquellos peluqueros que, dedicándose de una manera profesional a esto, publican sobre ello. De los
segundos, un ejemplo serio, aquellos entrenadores personales que, sin ser nutricionistas, poseen una gran cantidad de contenidos de este ámbito y los
publican.
– Influencer organizacional: representa a una organización de la que el propio influencer forma parte, y que gracias a la información que tiene sobre la misma
es influyente y por ello la comparte y publica en sus redes sociales.
Siendo el principal objetivo de cualquier tipo de influencer transmitir honestidad, seguridad y sinceridad a sus seguidores o también denominados fans, para así de esta manera generar confianza entre ellos y poder influir en sus comportamientos de compra.
Este tipo de marketing se realiza mayoritariamente a través de internet, en concreto a través del social media, siendo la red social que mayor confianza genera para las marcas Instagram debido a la visibilidad que genera entre el público joven, destacando de esta red las denominadas stories, cuya misión principal es otorgar a los usuarios la posibilidad de crear videos cortos que desaparecen a las 24 horas de haber sido publicados y que hoy en día es una de las herramientas favoritas del Marketing de Influencers.
Como conclusión, a pesar de que cada vez son mas las personas que se dedican a este sector tan competitivo si existe un gran numero de personas que creen y confían en los influencers a la hora de realizar un proceso de compra.
Sara Mesa Redrado, alumna del MeBA. Impulsándote.
Autora del Impulsados
