Cuidado con los bulos en internet. Cómo detectarlos

Los bulos en las redes sociales no son algo nuevo. Realmente, son los mismo bulos que antes corrían por las calles de boca en boca, aunque ahora, amplificados por el poder viral de internet por las situaciones de miedo que estamos viviendo con los atentados terroristas que llenan de terror de forma habitual las calles de las ciudades europeas de un tiempo a esta parte.

Un buen ejemplo lo tuvimos hace unos días tras los atentados en Barcelona y Cambrils. En medio de la confusión, y mientras policías, sanitarios y ciudadanos de a pie trataban de ayudar a las víctimas, por las redes corrían bulos. Desde los más ‘inocentes‘, en los que ‘simplemente‘ se avisaba de que el Gobierno había elevado el nivel de alerta al máximo, recomendando no utilizar transportes públicos, a los mensajes en los que se difundían noticias falsas, como que se estaban ametrallando ciudadanos en determinadas avenidas, o que Barcelona estaba sembrada de bombas a punto de estallar.

Noticias que evidentemente, lo único que querían provocar era aumentar el pánico de la gente y que nadie se sintiera seguro en esos momentos horribles que se estaban viviendo en las calles de la capital catalana. Mensajes que eran sencillamente bulos, pero que eran reenviados, reposteado y retuiteado por miles de personas. Personas confiadas que querían avisar a sus conocidos de estos supuestos peligros, amparándose en que a su vez el mensaje les había llegado de personas conocidas, pero que lo único que hacían era extender la desinformación en todas las direcciones.

Precisamente, ese es uno de los grandes males de internet, y en particular de las redes sociales. Que se retuitea o se reenvía sin confirmar si la fuente es fiable. Directamente, leemos el tweet, o el titular sin llegar a leer el resto del texto o el mensaje de whatsapp que nos llega al móvil, y directamente, sin pensar, lo difundimos sin pensar si puede ser verdad o mentira. Porque lamentablemente, casi todas esas cadenas o mensajes que nos llegan suelen ser falsos. Y detectarlos, no es tan complicado, ya que de entrada, solo deberíamos hacer caso, especialmente en esos momentos de tensión, de las fuentes oficiales.

Pero además, casi todos esos bulos cuentan con una serie de indicios que nos pueden ayudar a detectar su falsedad. De entrada, casi todos comienzan con una petición de envío. Algo normal, dado que el objetivo del bulo es llegar al mayor número de personas posibles. Pero además, casi todos ellos tienen una redacción incorrecta, plagada de expresiones que cantan por soleares, e incluso con faltas de ortografía. Unos detalles que deberían ponernos en sobrealerta. Además, no suelen dar fechas ni datos demasiado concretos para conseguir mayor repercusión en el tiempo, aunque siempre hay mensajes más concretos, como es el caso por ejemplo de los mensajes que alertaban de atropellos en la avenida del Paralelo barcelonés.

Ante esta situación, y para evitar males mayores, ante la duda, tenlo claro: No compartas nada que no provenga de una fuente oficial.